Datos falsos y usuarios «fantasma», trucos para nutrir desde México a fabricantes de armas
La exportación de insumos con posibilidades de ser desviados al desarrollo de armas convencionales y de destrucción masiva no es actividad aislada o escasa en el país…
De acuerdo con datos entregados a Crónica por la Secretaría de Economía, dependencia encargada de vigilar este trasiego vía la Dirección de Control de Exportaciones, de diciembre de 2018 a enero de este año se han otorgado 810 permisos a empresas o actores comerciales interesados en exportar productos sujetos a esta regulación, en especial “bienes de uso dual -los cuales pueden usarse en los ámbitos militar y civil-, y otros relacionados con software y tecnologías”.
Sin embargo, la demanda es aún mayor: durante la 4T, supera las 2 mil solicitudes. En la mitad de los casos, la SE ha determinado “que no se requiere permiso previo de exportación”.
Un dato llama la atención: cada año, se niega la exportación al menos a 70 solicitantes, por omitir los requerimientos de información sobre la mercancía a sacar del país, deficiencias en las fichas técnicas presentadas a la autoridad, datos erróneos en la plataforma de servicios conocida como Ventanilla Única de Comercio Exterior Mexicano (VUCEM) o referencias fantasma: “No se encontró al usuario final en las fuentes de información abiertas”.
-¿Ha detectado el gobierno mexicano qué empresas o particulares tengan la intención de nutrir de insumos a la industria armamentista? -se le pregunta a Dora Rodríguez Romero, directora general de Facilitación Comercial y de Comercio Exterior de la SE, quien lleva apenas un año en el cargo y ha lidiado con la reducción de nómina, desaparición de áreas y otras medidas de austeridad.
“Esas empresas a las que se les rechaza porque están mal presentadas sus fichas técnicas, no sé si llevan esa intención, como no están presentadas adecuadamente las fichas ni los requerimientos que nosotros estamos condicionando para dar la autorización, no podemos decir que tengan esa intención o que no la tengan, es difícil contestar”.
“El objetivo del control de exportaciones es precisamente eso: vigilar que no suceda, aunque desconozco la experiencia que otras dependencias en el sistema (SEDENA, Energía, Salud, Medio Ambiente, entre otras) tengan al respecto”.
-Hablamos de 70, 80 casos al año…
-Son las cifras de Economía, habría que ver qué pasa con las demás instituciones.
-¿Por qué en más de mil expedientes se ha concluido que los productos no requerían permiso previo?
-En algunos casos las empresas buscan evitar contratiempos en sus exportaciones; en otros, omiten checar todas las acotaciones de las fracciones arancelarias controladas: por ejemplo, circuitos cerrados, es un producto que está en el régimen, pero no todos los circuitos, sino los que tienen determinadas características técnicas. Los particulares no van más allá, y a eso se debe tanto rechazo.
Cuando se exportan productos con el riesgo de ser desviados para armamento sin el permiso respectivo, cuando se usan en las solicitudes documentos falsos o alterados o se presentan otras omisiones sobre su posible utilización en la proliferación de armas, las autoridades mexicanas involucradas en el proceso están obligadas a imponer multas y embargar las mercancías.
Además, conforme a los artículos 102 fracción II y 104 fracción IV del Código Fiscal de la Federación, estas prácticas actualizan el delito de contrabando, cuya sanción contemplada es de tres a seis años de prisión.
No obstante, confirmó la SE, “no se tiene conocimiento -en el presente sexenio- de alguna denuncia por omitir la presentación de un permiso para el control de exportaciones”.
“Si desde el interior de la propia Secretaría de Economía están inquietos por las deficiencias en torno al control de exportaciones, es porque están saliendo del país mercancías sujetas a los acuerdos que tiene México y que pueden ser usadas por grupos terroristas y beligerantes organizados, con la simulación de que son para actividades civiles”, dice Gustavo Uruchurtu, profesor de la UNAM, quien ha sido funcionario de la SE y asesor en temas de negociación de tratados internacionales, y hoy es vicepresidente del Centro Nacional para la Competitividad del Comercio Exterior (Cencomex).
“Un factor adicional de riesgo es la cercanía con Estados Unidos, porque en México se tiene acceso y se importa mucho material tecnológico, y este a su vez puede ser exportado y usado en otras cosas. Urge darle atención al asunto, para evitar la proliferación de grupos guerrilleros y beligerantes a nivel internacional”.
-¿No parece contradictorio que México haga constantes llamados al control de armas, que incluso haya presentado demandas contra armerías y que el área encargada de vigilar este asunto se mantenga en el olvido? -se le cuestiona.
-Sí, por los compromisos internacionales que se han firmado y que el país está obligado a respetar. Es un tema de la mayor seriedad. ¿Qué productos son los que se están exportando y a qué países?, ¿cuál es el mensaje al bajar de nivel a la Dirección responsable?, ¿hay grupos de traficantes que andan haciendo estos trámites y mandando productos quién sabe a dónde?, ¿qué tanto están involucrados los órganos nacionales de inteligencia?
La coordinación de todas las instituciones del país -incluidas las de inteligencia- para los temas como este, de seguridad nacional, y supervisar el cumplimiento de los compromisos internacionales en la materia, está a cargo del llamado Comité Especializado de Alto Nivel en materia de Desarme, Terrorismo y Seguridad Internacionales (CANDESTI), cuyas acciones, históricamente, siempre se han manejado con sigilo.
Sin embargo, fue tradición hasta 2018 ofrecer un recuento de sus actividades: medidas de prevención y respuesta, reuniones, visitas de funcionarios internacionales, foros de discusión, talleres, sesiones ordinarias y aplicación de protocolos, en los informes de gobierno del presidente de la República en turno. En el sexto informe de Enrique Peña Nieto, incluso, se detalló la instauración, en febrero de 2018, de un grupo especial dedicado al análisis de riesgos y conformado por expertos de Relaciones Exteriores, Economía y el entonces CISEN. Un grupo, hasta ahora, de operación fantasmal…
Ni una sola palabra ha sido dedicada a este tópico en los tres informes de gobierno entregados hasta ahora por el presidente Andrés Manuel López Obrador.