Una pandemia aún más letal puede llegar pronto
Mientras el mundo apenas está comenzando a recuperarse de los estragos de la COVID-19, ya se enfrenta a una posible pandemia provocada por un patógeno mucho más mortífero. Desde hace mucho tiempo, la gripe aviar —llamada más formalmente influenza aviar—ha estado atemorizando a los científicos. Este patógeno, sobre todo la cepa H5N1, no ha infectado con frecuencia a los seres humanos, pero cuando lo ha hecho, ha causado la muerte del 56 por ciento de quienes se sabe que la han contraído. No ha generado una pandemia gracias a la poca capacidad que tiene de pasar con facilidad de una persona a otra, si es que lo hace.
Pero las cosas están cambiando. El virus, que desde hace mucho ha sido causante de epidemias entre las aves de corral, cada vez infecta a más aves migratorias, lo cual permite que su propagación sea mayor, incluso entre varios mamíferos, y que se incremente el riesgo de que una nueva variante pueda pasar a los seres humanos y se propague entre personas. Hace poco se informó con preocupación que una cepa mutante de H5N1 no solo estaba infectando a los visones en una granja peletera de España, sino que lo más probable era que se estuviera propagando entre ellos, algo sin precedentes entre los mamíferos. Y aún peor, las vías respiratorias superiores de los visones son extraordinariamente adecuadas para servir de vectores hacia los seres humanos, señaló Thomas Peacock, un virólogo que ha investigado sobre la gripe aviar.
El mundo debe actuar ya, antes de que la H5N1 tenga la oportunidad de provocar una pandemia demoledora.
Contamos con muchas de las herramientas que se requieren, entre ellas las vacunas. Lo que hace falta es que se perciba como algo apremiante y se actúe de inmediato.
La mejor defensa contra un nuevo y mortal patógeno es combatir con mucha determinación los primeros brotes, algo que primero requiere detectarlo con rapidez. Estados Unidos, la Organización Mundial de la Salud y las autoridades sanitarias de todo el mundo ya cuentan con redes de vigilancia para la influenza, pero muchos especialistas en gripe aviar señalaron que, no creían que las redes estuvieran funcionando lo suficientemente bien para la gran amenaza que representa. Esa vigilancia tendría que darle prioridad a la gente que trabaja en el sector avícola, pero también extenderse más allá de él.
Thijs Kuiken, experto en gripe aviar en el Centro Médico de la Universidad Erasmus en Roterdam, Países Bajos, comentó que también se debe investigar si no hay gripe aviar en las granjas de cerdos, otra especie susceptible de contraer influenza. Las personas que interactúan con aves y animales silvestres, así como con mascotas de especies susceptibles como los hurones, también presentan mayor peligro. Pero no basta con detectarla; para eliminarla se requiere un gran esfuerzo y una buena coordinación a nivel mundial.